martes, 2 de febrero de 2010

In memorian


Esta guapa gatita callejera ya no está más. Dos caras, la llamaban ya que su pelaje le daba ese aspecto. Yo la conocí gracias a la persona más bella del mundo. Cuando iba a buscarla la gatita siempre estaba por allí debajo de algún coche. Al principio me tenía miedo, sin embargo gracias a P. quien junto a su madre la alimentaban, me cogió confianza. Así poco a poco ya se me acercaba, incluso se tumbaba en el suelo para que le haga caricias.
Lamentablemente hoy me dijo P. que un vecino le contó a su madre que esta mañana la había recogido muerta. Al parecer un coche la atropelló. Pobre gatita, no olvidaré aquella noche en la que luego de dejar a P. en su casa la gatita me tuvo como quince minutos dándole caricias y quería seguirme a casa. Gracias por todo Dos caras!

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